Desde el inicio de la humanidad, la energía ha sido la chispa que enciende el motor del progreso. En tiempos remotos, dependíamos de nuestra propia fuerza y la de los animales para avanzar. Hoy, en un mundo que no se detiene, la electricidad se ha convertido en el latido vital de nuestras ciudades: ilumina hogares, impulsa hospitales, conecta personas y, ahora más que nunca, nos lleva de un lugar a otro mediante el transporte eléctrico. Esta dependencia es tan profunda que el consumo de energía de una región se ha convertido en un reflejo directo de su desarrollo y calidad de vida.
En Bogotá y sus alrededores, especialmente en la sabana y norte de Cundinamarca, el aumento de la demanda energética es innegable. Con un crecimiento poblacional del 38,3% en esta región, frente al 8,4% de la capital, las necesidades energéticas han alcanzado niveles sin precedentes. En este escenario, el Proyecto Norte nace como una respuesta crucial a las demandas actuales y futuras de esta creciente zona, liderado por Enel Colombia y el Grupo Energía de Bogotá (GEB).
¿Qué es el Proyecto Norte?
Imagina una red de energía que conecta a más de un millón de personas, permitiendo que sus hogares, negocios y ciudades sigan funcionando sin interrupciones. El Proyecto Norte es esa red: una infraestructura eléctrica que se extiende a lo largo de la sabana norte de Cundinamarca. En su núcleo, se construirá una subestación en la vereda Boitivá, en el municipio de Sesquilé, conectada a otras localidades importantes como Gachancipá, Nemocón, Suesca, Tocancipá y Zipaquirá mediante cuatro líneas de transmisión de 115 kV. Esta red llevará la energía desde el Sistema Interconectado Nacional (SIN) directamente a la región, asegurando un suministro estable y confiable.
Aunque la planificación de este proyecto ha sido un largo viaje de más de una década, la inauguración está prevista para 2026. Y más que una solución técnica, el Proyecto Norte es una promesa de progreso, un catalizador que impulsará el desarrollo de la región, mejorando la calidad de vida y estimulando el crecimiento económico.
¿Por qué es crucial para el futuro de Bogotá y Cundinamarca?
El Proyecto Norte es mucho más que una inversión en infraestructura: es la respuesta a los retos energéticos de una de las áreas más dinámicas de Colombia. Bogotá y Cundinamarca, como motor económico del país, generan el 31% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, siendo el epicentro de sectores vitales como servicios, comercio y manufactura. El crecimiento constante de la región exige un suministro energético robusto y eficiente, capaz de sostener su expansión.
Con planes de aumentar la construcción de viviendas y generar 23,000 nuevos empleos directos en las Zonas Francas en la próxima década, la energía eléctrica se ha convertido en el pilar que sostendrá esta evolución. No solo se trata de alimentar hogares, sino de mantener la maquinaria económica de la región en marcha.
Beneficios para la comunidad y el medio ambiente
Este proyecto tiene un doble propósito: satisfacer la creciente demanda de energía y contribuir a un futuro más sostenible. Alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, el Proyecto Norte no solo garantizará el acceso a energía confiable, sino que será una pieza clave en la transición hacia fuentes de energía más limpias. Las subestaciones y las líneas de transmisión no solo alimentarán los hogares, sino que también impulsarán iniciativas ecológicas como el transporte eléctrico.
La energía que provendrá de este proyecto facilitará el despliegue de transporte eléctrico en la región, beneficiando a proyectos como el Regiotram del Norte, los buses eléctricos y los vehículos particulares, todos elementos cruciales para reducir las emisiones de gases contaminantes y promover un futuro de transporte más limpio y sostenible. Este es un paso más hacia una ciudad más verde y saludable.
Hacia un futuro energético sostenible
La construcción del Proyecto Norte es una mirada hacia el futuro, un futuro donde la energía no sea un obstáculo, sino una herramienta de progreso. Con una infraestructura energética moderna y resiliente, Enel Colombia y el GEB están creando las bases para un sistema energético capaz de afrontar los retos del crecimiento regional y la transición hacia energías más limpias.
Al garantizar que la energía esté disponible cuando se necesite, el Proyecto Norte no solo apoyará el desarrollo de la región, sino que se convertirá en el motor que hará que Bogotá y Cundinamarca sigan siendo líderes de una Colombia moderna y progresista.
Así, mientras las luces de la sabana norte brillan cada vez más fuerte, el Proyecto Norte sigue su camino hacia el futuro, iluminando el sendero hacia un mañana más sostenible y lleno de posibilidades.