Colombia avanza en su apuesta por la transición energética con la implementación de tecnologías que impulsan la sostenibilidad ambiental y a su vez ofrecen ventajas de ahorro y de independencia energética. Este compromiso se refleja en el reciente logro de Enel Colombia, que alcanzó más de 1.000 clientes de autogeneración de energía en Bogotá y Cundinamarca, consolidándose como líder en soluciones sostenibles.
En un contexto en el que el desarrollo de innovaciones que potencian el uso de fuentes limpias es una prioridad, los autogeneradores a pequeña escala se consolidan como una opción de fácil implementación tanto para hogares como para el sector industrial. De hecho, solo en 2023, este segmento evidenció un crecimiento del 60%, de acuerdo con datos registrados por Enel Colombia. Además, los sistemas de autogeneración han permitido a los clientes reducir hasta un 40% de sus facturas energéticas y evitar la emisión de más de 1.400 toneladas de CO2 desde 2018.
Los sistemas de autogeneración, al producir su propia electricidad, generan diversos beneficios que incluyen ahorros significativos en costos, una disminución de la dependencia de proveedores y la mitigación del impacto de posibles interrupciones en el suministro eléctrico, como puede suceder en coyunturas de sequías.
Para el sector empresarial, las fuentes renovables también les permiten disminuir su huella de carbono, avanzar en el desarrollo de una operación cada vez más sostenible, optimizar de manera eficiente su uso de energía e incluso vender sus excedentes al sistema, transformándose en una fuente de ingresos pasiva que refuerza la rentabilidad de los proyectos. Durante octubre de 2024, los excedentes generados por los clientes de Enel representaron el 11% de la energía limpia inyectada al sistema, demostrando el impacto tangible de esta tecnología.
¿Es el momento de la autogeneración para Colombia?
El país cuenta con una de las matrices energéticas más limpias del mundo, en su mayoría de generación hidroeléctrica, que mantiene bajos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), en comparación con economías como Estados Unidos, China o la Unión Europea, donde predominan los combustibles fósiles. No obstante, garantizar su sostenibilidad a largo plazo requiere diversificar la matriz.
Aunque las fuentes solar y eólica representan una proporción menor, su adopción viene en aumento, impulsada por políticas como la Ley 1715 de 2014, que promueve el desarrollo y uso de energías renovables no convencionales. De cara a 2030, el Estado se ha comprometido a reducir las emisiones de carbono en un 20% o hasta un 30% con apoyo internacional, según datos del Ministerio de Ambiente.
Es acá donde la autogeneración desempeña un papel fundamental, al ser una alternativa que cada día evoluciona para facilitar su implementación. Si Colombia masifica su uso en los próximos años, sin duda superará sus metas de reducción de emisiones y generará una mayor aporte a la transición energética. Enel Colombia proyecta duplicar su base de clientes en cinco años, consolidando el uso de fuentes renovables y fortaleciendo una matriz diversificada.
Un camino hacia el desarrollo sostenible
Las proyecciones son optimistas: se espera que para 2032 el número de autogeneradores conectados al sistema crezca en un 145%. Este cambio podría mejorar las tarifas, generaría empleo, promovería el desarrollo económico y fortalecería la resiliencia del sistema frente a fenómenos climáticos.
La transición hacia un modelo de autogeneración es una oportunidad para reducir costos y optimizar recursos, así como una contribución significativa al desarrollo sostenible del país. En este sentido, Colombia tiene el potencial de liderar la región, combinando innovación, compromiso ambiental y crecimiento económico. Impulsar la autogeneración es apostar por un futuro más limpio, eficiente y competitivo.