A estas alturas del año, la mayoría de nosotros (si no todos) estamos más que acostumbrados al home office. Los tiempos así lo determinaron y según las proyecciones, es posible que sigamos un tiempo más.
Las opiniones están divididas, muchos no ven la hora de regresar a la oficina, desplazarse al espacio físico para compartir el día a día con sus compañeros, otros están cómodos en este nuevo esquema en el que se sienten seguros, productivos y felices.
Sea cual sea tu punto de vista, el mundo coincide en que 2020, a pesar de las pérdidas humanas y económicas, será recordado como el año de la confianza. La pandemia nos hizo acercarnos en la distancia logrando que situaciones como que los hijos sean parte de las reuniones virtuales de sus padres ya no sea reprochable, o que nos interesemos en cómo las personas con quienes trabajamos están llevando la situación.
Confiamos al mostrarnos vulnerables, al compartir nuestras casas a través de las videollamadas, al anteponer resultados sobre horas trabajadas, al dejar que los empleados sean responsables sin vigilarlos durante 8 horas, al trabajar bajo las mismas condiciones estemos solos o acompañados.
A esa confianza se suman la paciencia y la flexibilidad porque si bien los tiempos virtuales son inmediatos también tienen retrasos, porque la salud está por encima de todo y la gente está priorizando en ella. La pandemia es nueva para todos y por eso es clave entendernos y apoyarnos.
Lo cierto es que mientras estemos en home office debemos mantenernos productivos, lee estos tips para trabajar en casa y lograr un buen espacio hogareño o small office:
- Honra tu espacio: nada de almorzar o tener la tele frente a tu escritorio; haz de tu lugar del trabajo precisamente eso, un lugar para cumplir tus tareas laborales. Y aunque puedes variar de vez en cuando y “mudarte” a otros espacios de la casa, lo recomendable es conservar el mismo.
Del mismo modo, adecúalo con los accesorios necesarios para home office que eviten distraerte o procrastinar levantándote a “buscar un tajalápiz”. - Dile no a la pijama: a pesar de lo tentador que parezca trabajar enfundado en tu pijama más calientica, lo mejor es vestirse completa y cómodamente. Si quieres algunas recomendaciones de moda home office, lee aquí.
- Respeta tus horarios: estar en home office puede ser un arma de doble filo porque al ahorrarnos tiempos de desplazamiento, podemos caer en la trampa de trabajar más de las horas normales. Lo importante es separar estos tiempos con los de ocio, alimentación, actividad física y entretenimiento.
Si vives en familia o con otras personas, acuerda con ellas los tiempos en los que no estás disponible. - Organiza tu tiempo: ya sea que sigas el método pomodoro, el clásico “to do list'' o te guíes por tus calendarios virtuales, es fundamental que marques muy bien los horarios de reuniones, cumplimiento de tareas, hora de ejercitarte, comer, etc.
También es recomendable hacer una tarea a la vez y hacer pequeñas pausas hasta finalizarla. - Sal de tu casa: hazlo con precaución, camina, da la vuelta a la manzana, saca a tu mascota o haz las vueltas del día a día por lo menos una vez al día, eso ayudará a despejar la mente y evitar el sedentarismo.
Además, sigue las pausas activas que seguramente tu empresa te está brindando, levántate, estira piernas, brazos, cuello y ejercita tus ojos fijando la mirada en un punto lejano. - Desconéctate: ya lo decíamos anteriormente, al terminar tu horario laboral, dedícate a realizar otras actividades que sean placenteras y te relajen del trabajo.